lunes, 31 de agosto de 2009

Solo eran ellos...

Hoy iba saliendo de la universidad con Kitty, el STU iba a reventar, Afortunadamente Kitty y yo logramos ir sentadas aunque separadas, de repente veo algo que me amerita gritarle a Kitty, 'regálame una hoja tengo que escribir algo para el blog'. Y es que lo que ví me trajó tantas frases a la mente y a la vez me dejó completamente sin palabras. Era una pareja caminado mientras se abrazaban y se besaban, pero sin morbo sin calentura; con pasión, pero sin perversidad; con tanto amor y tan poca carne. Él caminaba hacia adelante mientras la abrazaba y la cobijaba entre sus brazos; ella caminaba con pasos torpes pero firmes hacia atrás, mientras se sentía segura. En ese instante, a parte de que me tocó presenciar la escena durante un semáforo, todo se detuvo; los coches, las personas; la banqueta era de ellos solos, las aves cesaron de volar, el viento se detuvo, los árboles se dejaron de mover. Yo sonreía con melancolía, deseando ser ella, sentirme amada y segura como ella se estaba sintiendo en ese mometo. Y es que mientras el semáforo contrario parpadeaba en ambar a punto de marcar verde para nosotros, y mientras escuchaba en mi mente la canción 'A quién tu decidiste amar' de Sandoval.. el mundo estaba a punto de volver a la normalidad, pero por esos segundos el mundo fué suyo, sólo de ellos dos.
Entonces el verde apareció y el STU avanzó y ellos terminaron su torpe y pasional caminata, ella dió media vuelta lo tomó de la mano y él la rodeo por el hombro con su brazo derecho, se miraron y sonrieron con complicidad, como quien ama y se sabe amado.




Cambio y Fuerah!!

Mi Maestra Pacheca!

Hoy me metí a una clase de Kitty, se supone que nada más la iría a dejar a su facultad pero logró convencerme y me quedé de 6 a 7. Me metí en un salón al lado del de ella, hasta que me duró la batería de la lap; entonces, decidí entrar a su salón. La clase llevaba media hora de empezada y entonces sin ton ni son me metí, busqué a Kitty que estaba al otro lado del salón y atravesé las sillas mientras todos los ingenieros se me quedaban viendo mientras se hacían chaquetas mentales y las niñas (megabonitas em) me viboreaban de pies a cabeza. Me senté al lado de Kitty y la maestra no se inmutó por mi repentina aparición. Entonces escuché atentamente su clase.
Puebla, esto, puebla aquello, México esto, méxico aquello. Ésto mientras sus ojos giraban hacia un lado distinto cada uno y mientras caminaba y se abría paso entre todas las sillas del salón e iba dejando una estela roja como el color de su cabello, como el color de la sombra de sus ojos, como el color de sus labios, como el color de su blusa y como el color de su pantalón. La ví detenidamente mientras hablaba y arrastraba las palabras cual borracho diciendo: 'Aww wiga tu sabues kue ewes mi helmana del aaaawlma' y notaba algo familiar en ella.
Habló de cosas muy inteligentes y profundas respecto a la cultura de México, sin caer en lo aburrido y siendo lo suficiententemente interesante como para captar mi atnción al 1000%. Imitó a los chilangos, intentó hablar como fresa ayudada de frases exageradas típicas de los fresas, se tropezó unas 3 veces con las sillas, me hizo participar. Entonces, decídi meter la materia a mi horario, de todas formas aunque la tenga que tomar en la facultad de Ingeniería es de Tronco Com´n y tarde o temprano tendré que cursar Cultura y ética universitaria. Realmente me hizo amar México, amar Puebla.. y miren que realmente odio Puebla (no a los poblanos, sí a los pipopes) cómo quien está ciegamente enamorada de Veracruz.
Le pedí a Kitty consejo sobre si meter la materia o no, y me dijo: -Esta borracha!!!!
Yo sabía que había algo más, algo familiar en ella me hacía mirarla diferente a coómo sabía que la estaban viendo los demás. Me acerqué a ella para comentarle de mi decisión de entrar a su clase como oyente y me ofreció guardarme la calificación para cuando realmente diera de alta la materia, pero entonces noté lo que me había sido familiar: reconocí esa cara y el olor disfrazado de chicle, menta y loción. Mi maestra es Pacheca. Ahora todos los días tomo clase con ella de 6 a 7 pm y aguardo todo el día sólo por esta clase. Que clase tan perfecta, que tía tan hijaputa!! :D



Cambio y Fuerah!!

domingo, 30 de agosto de 2009

de dios y otras excusas

Regresaba de mi último día de la semana en la uni, eran las 6 y cacho de la tarde y escuché una conversación de la señora que estaba sentada a mi lado con una señora en el asciento al otro lado del pasillo.

- Cuando mi marido enfermó no supe más que rezar por él. Le pedía a la Vírgen que no se lo llevara todavía. -Dijo la señora A

- ¿Y mejoró?- preguntó la señora B

- A los tres días murió, el pobre. Los médicos no pudieron hacer nada. Que Dios lo guarde en su Gloria.

Y ahí se acabó la conversación. Varios silencios después, al llegar a su destino, la mujer se persignó religiosamente, se despidió de la señora B con un movimiento extraño de brazos y se metió en un bar.

Entonces, sentada en el asiento ya sola, ocupé mi cabeza en darle vueltas al asunto:

- Osea, que si su marido cae enfermo, reza y se salva: Dios hace milagros. Y si, por el contrario, si reza y muere: la culpa es de los médicos.

Se detuvo el autobus en el semáforo de la 11 sur.

- Y la señora ésta va y dice que todos necesitamos creer en algo, ¿y por qué ptm tememos que creer en Dios? ¿qué puto miedo nos han metido en el cuerpo para que tengamos que creer en Él? ¿miedo a la muerte? Será miedo a la vida, ¿no? Vamos, que me da más miedo el Vaticano que la propia muerte...

Otro semáforo.

- ¿Tradición, quizás? Y si tu padre es yonki, ¿tú también lo serías por tradición? No me convence, no me convence en absoluto.

Me bajo en la esquina de la 29 sur y camino hacia mi departamento. Abro el portón y justo antes de abrir la puerta del depa., me digo.

- Me encantaría que alguien me diera alguna razón coherente al respecto. Soy agnóstica, muy a mi pesar...
Cambio y Fuerah!!

Coazómetro...

Basándome en un extraño sueño que tuve hace varios días y qué apenas ahora me viene a molestar en la cabeza, si yo fuera hija bastarda de Dios le instalaría un taxímetro en el corazón de cada ser humano para contabilizar sus latidos y cobrarles en función de su frecuencia.
Y entonces todos trabajaríamos exclusivamente para pagar a fin de mes lo que marcara nuestro propio taxímetro cardiaco. Y el amor y sus taquicardias nos obligaría a trabajar horas extra:

- Lo nuestro es imposible. Si continúas acelerándome el taxímetro tendré que trabajar domingos y festivos - le diría el enamorando a su enamorada.

Y quienes llevaran una vida lineal, aburrida e insensible (de pocas pulsaciones por minuto) apenas tendrían que pagar el sueldo base. Trabajarían poco, casi nada.

Pero con el tiempo, los vagos acabarían por darse cuenta que no se puede vivir sin amor y comenzarían a trabajar más horas y ahorrarían todo lo posible esperando que, algún día, su taxímetro consiguiera marcar su máximo histórico gracias a uno de esos amores como de tiempos del cólera.

- Déjame quererte sin mesura. No te preocupes; tengo $20.000 en el banco.- Jajaja!!!

Y todos, a fin de cuentas, acabarían trabajando en lo que fuera con tal de amar y ser amados.

Y claro, no habría guerras, ni hambre, ni nada malo.

¿Y quién sería el Tesorero?, ¿quién se encargaría de administrar todos estos pagos? - me pregunto.

- La idea ha sido mía, ¿no?: Pues eso... me quedo con las ganancias por patente.

A ahorrar, que ahora con el corazón roto.. mi taxímetro se ha averiado y consume ´demasiado.


Cambio y Fuerah!!