viernes, 8 de febrero de 2008


Sentada en el techo de mi casa, viendo hacia al mar, sintiendo como la brisa juguetea mi ahora negro y temporalmente lacio cabello, mantenía mis ojos fijos ante la puesta de sol que estaba frente a mi, evocando tiempos pasados en los que no todo ha sido como hubiera deseado.

Me encuentro ahora ante una encrucijada y debo tomar una decisión que será, tal vez, vital para mi futuro. No sé hasta donde pueda llegar, tan solo sé que dos caminos bien distintos se extienden ante mi.

Uno de ellos es el ya conocido, el de una continuidad de lo que hasta entonces ha sido mi vida, no hay sorpresas en esta monotonía, pues nada lo diferencia de lo que hasta ahora ha habido en los pasos que he dado día tras día. Me da cierta tranquilidad,  la tranquilidad que se siente cuando algo es ya sabido, pero al mirar hacia éste camino siento que algo le falta, algo que me hiciera sentir viva de nuevo, que hiciera que cada día nuevo vivido fuera distinto. Viendo hacia este camino me percataba de que conocía perfectamente como iban a ser cada uno de mis pasos si esta fuera la elección final.

El otro camino que veía ante mí, me era completamente desconocido, tan solo veía el principio de lo que podía ser, pero eso no me daba una idea aproximada sobre lo que aquel camino podría depararme.

Me sentía atraída hacia esta nueva senda por el hecho de ser desconocida, me gustaba lo que parecía que podía encontrar allí, me hacía sentir bien, tranquila, me sentía yo misma cuando mi mirada se perdía en la profundidad de aquel camino, algo me hacía intuir que allí encontraría lo que durante tanto tiempo me ha venido faltando.

Pero también me da miedo, sé que si eligiera este camino perdería algunas de las cosas que hasta entonces he conseguido, no tenía ninguna seguridad de que fuese el camino correcto, pues no sabía a ciencia cierta lo que encontraría.

Quisiera cambiar mi rumbo, pero tengo miedo a perder la seguridad que me daba lo que hasta entonces he conocido, aunque esto no me haga del todo feliz.

Parpadeo después de unos minutos eternos y mi mirada se pierde en el horizonte de nuevo, me siento confusa y no sé que hacer, entonces tras mucho rato de meditación, me doy cuenta de algo que hasta este momento no me había planteado:

 

 

En un camino se hallaba mi razón...

...Y en el otro mi corazón.

 

 

¿Qué camino elegirías tú?

 

  CAMBIO Y FUERAAAAAAH!!!!!!!!!